Hace poco me tocó hacer mercado, así que decidí dar una vuelta por el Santo Tomé para comprar alguito.
Estando adentro noté que había una viejita que me seguía a todos lados, si yo me paraba, ella se detenía, si yo cruzaba por un pasillo, ella me esperaba al final…
Al principio no le paré bolas, pero luego me dio mucha curiosidad saber que buscaba esa viejita de mí.
En fin, camino a la caja, ella se atrevió a hablarme y dijo:
“Espero que no lo haya hecho sentirse incómodo joven, es sólo que usted se parece mucho a mi nieto recién fallecido”…
(Bueno más o menos así fueron sus palabras)
Al principio no le paré bolas, pero luego me dio mucha curiosidad saber que buscaba esa viejita de mí.
En fin, camino a la caja, ella se atrevió a hablarme y dijo:
“Espero que no lo haya hecho sentirse incómodo joven, es sólo que usted se parece mucho a mi nieto recién fallecido”…
(Bueno más o menos así fueron sus palabras)
Yo con un nudo en la garganta le dije que todo estaba bien, que no había ningún problema…
La señora en cuestión preguntó si podía hacerle un favor, yo con mucho cariño le dije que sí. Entonces ella me pidió que le dijera ¡Adiós abuela! cuando se fuera del supermercado. Pues viendo que tal gesto le llenaría el corazón de alegría accedí gustosamente.
Entonces mientras la señora pasaba por la caja, se volteó para mirarme, y con un gesto muy amable me dijo: ¡Adiós nieto!
Seguidamente muy alegre le dije: ¡Adiós Abuela!...
Luego de tal extraña escena, decidí ir a pagar, en realidad eran muy pocas cosas que quería llevar, algo de queso, pan, jamón, jugos, pasta, arroz…
Estaba realmente seguro que la cuenta no me iba a dar más de 70 mil bolos...
¿Cuál fue mi sorpresa?
Al ir a la caja, la chama que cobra me dice:
- Son 400 Bs.F. ¿Va a pagar en efectivo?
- ¡Verga! Jajaja ¿Qué rompí vale?
La señora en cuestión preguntó si podía hacerle un favor, yo con mucho cariño le dije que sí. Entonces ella me pidió que le dijera ¡Adiós abuela! cuando se fuera del supermercado. Pues viendo que tal gesto le llenaría el corazón de alegría accedí gustosamente.
Entonces mientras la señora pasaba por la caja, se volteó para mirarme, y con un gesto muy amable me dijo: ¡Adiós nieto!
Seguidamente muy alegre le dije: ¡Adiós Abuela!...
Luego de tal extraña escena, decidí ir a pagar, en realidad eran muy pocas cosas que quería llevar, algo de queso, pan, jamón, jugos, pasta, arroz…
Estaba realmente seguro que la cuenta no me iba a dar más de 70 mil bolos...
¿Cuál fue mi sorpresa?
Al ir a la caja, la chama que cobra me dice:
- Son 400 Bs.F. ¿Va a pagar en efectivo?
- ¡Verga! Jajaja ¿Qué rompí vale?
(Le dije de forma sarcástica)
- A ver es que su abuela me dijo que le cobrara a usted la cuenta de ella también…
- ¿Mi abuela?... ¿Qué abuela? Mmm….
Luego de 10 segundos, me di cuenta de que me habían estafado como a un propio bolsa…
Moraleja:
No confíes nunca en ninguna vieja de mierda que se te acerque en el supermercado, de hecho así sea para preguntarte la hora.
Notas:
* Le dije a la cajera y al vigilante de la puerta, que había olvidado la cartera en el carro y me di a la fuga…
* Me quedé sin mercado.
* ¡No volveré más nunca a un Santo Tomé!
- A ver es que su abuela me dijo que le cobrara a usted la cuenta de ella también…
- ¿Mi abuela?... ¿Qué abuela? Mmm….
Luego de 10 segundos, me di cuenta de que me habían estafado como a un propio bolsa…
Moraleja:
No confíes nunca en ninguna vieja de mierda que se te acerque en el supermercado, de hecho así sea para preguntarte la hora.
Notas:
* Le dije a la cajera y al vigilante de la puerta, que había olvidado la cartera en el carro y me di a la fuga…
* Me quedé sin mercado.
* ¡No volveré más nunca a un Santo Tomé!